Miss Aragon se marcha. Para siempre. Después de diez años ha decidido que es tiempo de volar a otro lado. Otra más que se marcha. No vuelve a su tierra, no, seguirá siendo una española por el mundo en otro país. La voy a echar de menos, claro, es una de esas amistades con historia. Cuando se está solo en un lugar, hay amigos que acaban convirtiéndose en familia, con sus cosas buenas y sus cosas malas. Durante este tiempo ha habido de todo: muchas risas y alegrías, muchas penas y momentos duros compartidos, unas cuantas broncas y gritos... Hasta dejamos de hablarnos una temporada. Como en las mejores familias.
Es curioso pero ya no siento ni la tristeza, ni esa congoja que durante años me invadía cada vez que alguien se marchaba a su país para siempre. Otro más, otra más que se va, me decía. Nadie se queda. Y después la consiguiente pregunta, ¿y yo cuándo? ¿De verdad quiero seguir aquí o me estoy apoltronando?
Si siento algo es alegría por ella, porque llevaba ya un tiempo con ganas de cambio, y cuando se ha presentado la oportunidad no se lo ha pensado dos veces.Y es además una inspiración: sé que ahora mismo yo estoy donde quiero estar, pero cuando sienta que esta etapa se acaba, espero que ni la edad, ni la comodidad, ni la engañosa seguridad de lo conocido o el miedo a lo desconocido me impidan echar a volar.
Así que nada de canciones tristes de despedida: nada se muere en el alma. Para Miss Aragón aquí va esta canción que en su momento me dio alas, y aún me hace soñar con emprender nuevos caminos cada vez que la oigo.
(Nelson Poblete. De puerto en puerto. No sé de qué año es esta canción)
Es curioso pero ya no siento ni la tristeza, ni esa congoja que durante años me invadía cada vez que alguien se marchaba a su país para siempre. Otro más, otra más que se va, me decía. Nadie se queda. Y después la consiguiente pregunta, ¿y yo cuándo? ¿De verdad quiero seguir aquí o me estoy apoltronando?
Si siento algo es alegría por ella, porque llevaba ya un tiempo con ganas de cambio, y cuando se ha presentado la oportunidad no se lo ha pensado dos veces.Y es además una inspiración: sé que ahora mismo yo estoy donde quiero estar, pero cuando sienta que esta etapa se acaba, espero que ni la edad, ni la comodidad, ni la engañosa seguridad de lo conocido o el miedo a lo desconocido me impidan echar a volar.
Así que nada de canciones tristes de despedida: nada se muere en el alma. Para Miss Aragón aquí va esta canción que en su momento me dio alas, y aún me hace soñar con emprender nuevos caminos cada vez que la oigo.
(Nelson Poblete. De puerto en puerto. No sé de qué año es esta canción)
El penúltimo párrafo es perfecto Guinda!!Estar dónde se quiere y no ceder a nada cuándo esa etapa se acaba.
ResponderEliminarBonita canción.
Besossss
Cierto, Carmela, no ceder a nuestros temores, no tener miedo al cambio, a lo que digan los demás, etc, y dar el paso, sobretodo si no hay circunstancias o responsabilidades ineludibles que hagan imposible variar el rumbo.
ResponderEliminarLa canción es de un cantautor chileno que vive en Barcelona. Y sí, es bonita!
Un beso grande