sábado, 17 de noviembre de 2012

Adiós, melena, adiós


La genética me ha regalado una abundante cabellera, a mí y a las demás mujeres de la familia. Durante más de 20 años he llevado el pelo largo, la longitud ha oscilado entre la cintura y el broche del sujetador. Así que más que pelo, estoy acostumbrada a oir que tengo  "pelazo", más que melena, "melenaza", y  por el color, en vez de morena, a veces me he oído llamar "morenaza". El estilo ha ido variando: más de 20 años dan para muchas modas y tendencias, entre las que destaco:


La clásica melenapantoja 

El "ricci",esa permanente... La peluquera me aseguró que me quedaría el pelo como a Nina, pero qué va, qué va, ¡fue un desastre total!


Quiero la melena-Rachel-de-Friends, le dije al peluquero. Y salí de la peluquería con este corte: este sí fue un éxito total.

Con el flequillo-cleopatra-a-lo-Eva-Amaral me dijeron que me había quitado 10 años de encima, ¡ahí es nada!

En ocasiones especiales me rizaba las puntas, estilo glamour-en-la-alfombra-roja, aunque no me duraba nada.

De modo que con corte a capas, desfilado, descargado, liso o rizado, con largo único, largo redondeado, escalonado, flequillo a un lado, flequillo recto, flequillo desigual, el pelo largo me ha acompañado durante toda una vida. Pero no sé, desde hace un tiempo no me gustaba tan largo, aunque no sabía lo que quería. Hasta que vi el corte perfecto y decidí que lo quería

  
Le llevé esta foto al peluquero, llamado Fraser, y me dijo que sin problema.
Ahora me dicen que me he quitado cinco años de encima. Yo creo que normalmente cualquier cambio de estilo te hace parecer diferent, y normalmente más joven.

Fue muy raro salir con tanto pelo de menos, aunque ya hace muchos años había llevado esa media melena, así.



Estoy muy contenta con el trabajo de Fraser, y si no lo estuviera, no habría más que esperar a que creciera el pelo. Aun así parece que me falta algo, y cuando veo a este chico no puedo evitar sentir cierta nostalgia...