jueves, 30 de junio de 2011

Angelitos...

Que no se puede caer bien a todo el mundo es sabido, y cuando se trata de adolescentes que encima son tus alumnos pues menos todavía. Y te lo van a hacer notar. Hay comportamientos que afectan, hasta hacen daño, pero hay otros que hacen gracia. Con Maureen es así desde hace unos meses.

Estaba en clase trabajando con ella y otras dos que faltaron el otro día. Tienen que preparar un examen oral y estábamos repasando preguntas modelo vistas en la clase anterior:

Señorita Guinda: A ver, ¿Prefieres trabajar en tu país o en el extranjero?
Estudiante 1: Prefiero trabajar en el extranjero, porque me gusta hablar diferentes idiomas.
Estudiante 2: Prefiero trabajar en el extranjero porque no me gusta el clima de mi país.
Maureen: Prefiero trabajar en mi país, porque odio hablar español.

Ni me inmuto, ni pestañeo, veo por el rabillo del ojo que las otras dos se quedan paradas y se intercambian una mirada.

Señorita Guinda: Mmmmm, vamos a ver, la construcción de la frase es perfecta, pero fíjate, Maureen, que en la pregunta te da a elegir entre el extranjero o tu país y en el extranjero se hablan otros idiomas aparte del español....
Maureen: Ah, entonces... prefiero trabajar en mi país porque odio hablar otros idiomas.
Señorita Guinda: ¡Muy bien, Maureen! Y recuerda que si la pregunta te da a elegir entre trabajar en tu país o en España, tu anterior respuesta sería correcta. Bueno, chicas, vamos con la siguiente pregunta... "¿prefieres trabajar con niños o con adultos?".

sábado, 25 de junio de 2011

Canción del fin de semana

Bueno, dos entradas en un día, eso por si no escribo más hasta que me den las vacaciones. Ésta va a ser rápida. Una de las cosas que tenía en mente era subir una canción cada sábado al blog, sin relacionarla con ningún otro tema. Hoy ya no tocaba, pero no he podido resistirme.

Estoy preparando una pequeña clase de introducción al italiano. Para que los chicos se familiaricen con los sonidos quería una canción lenta y e inconfundiblemente italiana. Me acordé del estribillo de Volare, de Modugno. Perfecta para practicar una simple actividad rellena-huecos con las vocales, o incluso con palabras. Hala, a gugulear y yutubear. Ahí está todo: vídeos, letras, hasta versiones karaoke, por si se animaran a cantar. En esas andaba cuando me he encontrado con esto:
.


Más que hecha por un alemán, esta versión karaoke parece la ocurrencia de un cachondo con ganas de reírse un rato. Sea lo que sea, a mí me ha resultado hilarante la animación que acompañaba a la transcripción.

Y aquí, la versión original. Bonita canción. perfecta para escuchar en días como hoy, que está nublado por aquí. Bueno, voy a seguir con mi clase. Arrivederci!




Despedida

Miss Aragon se marcha. Para siempre. Después de diez años ha decidido que es tiempo de volar a otro lado. Otra más que se marcha. No vuelve a su tierra, no, seguirá siendo una española por el mundo en otro país. La voy a echar de menos, claro, es una de esas amistades con historia. Cuando se está solo en un lugar, hay amigos que acaban convirtiéndose en familia, con sus cosas buenas y sus cosas malas. Durante este tiempo ha habido de todo: muchas risas y alegrías, muchas penas y momentos duros compartidos, unas cuantas broncas y gritos... Hasta dejamos de hablarnos una temporada. Como en las mejores familias.

Es curioso pero ya no siento ni la tristeza, ni esa congoja que durante años me invadía cada vez que alguien se marchaba a su país para siempre. Otro más, otra más que se va, me decía. Nadie se queda. Y después la consiguiente pregunta, ¿y yo cuándo? ¿De verdad quiero seguir aquí o me estoy apoltronando?

Si siento algo es alegría por ella, porque llevaba ya un tiempo con ganas de cambio, y cuando se ha presentado la oportunidad no se lo ha pensado dos veces.Y es además una inspiración: sé que ahora mismo yo estoy donde quiero estar, pero cuando sienta que esta etapa se acaba, espero que ni la edad, ni la comodidad, ni la engañosa seguridad de lo conocido o el miedo a lo desconocido me impidan echar a volar.

Así que nada de canciones tristes de despedida: nada se muere en el alma. Para Miss Aragón aquí va esta canción que en su momento me dio alas, y aún me hace soñar con emprender nuevos caminos cada vez que la oigo.


(Nelson Poblete. De puerto en puerto. No sé de qué año es esta canción)

sábado, 18 de junio de 2011

Los padres: esos educadores tan importantes.

Dicen que la inseguridad se huele. Un profesor novato, se encontrará en situaciones apuradas si se le nota la falta de tablas para lidiar con adolescentes. Al menos es lo que me está pasando a mí en este primer año, aunque ya estoy empezando a espabilarme. Tengo un grupo que es especialmente difícil, parece ser que se han juntado un número elevado de "figuras" en él. De vez en cuando se me amotinan y yo capeo la situación unas veces con más éxito que otras. Se nota los días que vienen con pocas (nulas) ganas de trabajar. Vaya por delante que trabajo en un instituto normal, sin grandes problemas de disciplina (toco madera), nada que ver con las películas de horror que me cuentan a veces mis amigos de sitios por los que han pasado. Hace poco en un blog que sigo habitualmente, su dueña hizo  una entrada  acerca de historias de padres y alumnos que serían "graciosas si no fuesen ciertas". Comenté que tras conocer a los padres se entendía por qué los hijos salen como salen. La dueña nos invitaba a hacer cualquier aportación. Como comentario en su blog esta historieta sería muy largo, así que lo hago como entrada en el mío.

La siguiente historia está basada en un hecho real. Mildred es una estudiante que cursa el equivalente a 2º de E.S.O. Es bien conocida entre el profesorado porque da igual lo que haya hecho o el fregado en que se haya visto envuelta, siempre pone cara de inocente horrorizada (ojos como platos, pucheros si lo requiere el guión) mientras dice con voz escandalizada "yo no he hecho nada" /"¿por qué yo?"/"¿Por qué a mí?"/ "Eso no es verdad"/"yo no he sido" /"¡Qué injusto!" y similares. Es de la clase que mencionaba en el párrafo anterior. Hace poco se amotinó un grupito, con ella incluída, que se negaba a hacer un ejercicio, y como resultado se ganaron el castigo previsto para estas situaciones: pasarse 30 de los 45 minutos que tienen a la hora de la comida, haciendo ejercicios del libro o deberes atrasados, el día que se les pida. Avisé a sus tutores, quienes a su vez avisaron a los padres. A los pocos días recibí esta carta que me aclaró de golpe por qué Mildred se comporta como se comporta:

"Querida señorita Guinda:

Quería comunicarle que Mildred estuvo enferma el pasado miércoles, por lo que no recibió la notificación del castigo. Mildred trató de explicarme lo sucedido y tras hablar con ella ninguna de las dos podemos entender cómo puede ser susceptible de castigo el hecho de no terminar una actividad donde estaba claro que había que escuchar un audio para poder realizarla.

Es por esto que le estaría muy agradecida si levantase a Mildred el castigo impuesto.

Reciba un cordial saludo

Señora Roper


Yo me quedé de piedra. Cuando se me pasó el cabreo también yo le escribí una carta. A ver si le quedaban ganas de replicarme:

"Querida señora Roper:

Muchas gracias por su carta. A continuación paso a explicarle los motivos que llevaron a la situación por la que usted muestra su preocupación:

Si mira usted en la página 47 del libro de su hija, el ejercicio 5 tiene el dibujo de un disco (símbolo para las actividaded de audio, efectivamente). El enunciado dice lo siguiente:

“ Une las dos mitades de las frases sobre las vacaciones de Alfonso. Escucha y comprueba tus respuestas”.
(Es decir, "Match the two halves of the sentences about Alfonso’s holidays. Listen and check your answers").

El ejercicio por tanto tiene dos partes, unir las frases y después comprobar las respuestas a través del audio:
- La primera parte es una actividad de comprensión lectora, donde los alumnos tienen que usar vocabulario aprendido recientemente y también descubrir el significado de algunas palabras nuevas teniendo en cuenta:
         a) su similitud con palabras en la lengua materna
         b) el contexto, qué tipo de palabras esperarían encontrar.
Es una estrategia de aprendizaje encaminada a desarrollar las habilidades lectoras de los estudiantes en una lengua extranjera.
- La segunda parte se centra en la comprensión auditiva. El objetivo es desarrollar las habilidades auditivas, los alumnos han de identificar la información relevante (en este caso, comprobar si las respuestas dadas en la primera parte son correctas.  

Tanto los libros de texto como los planes de clase que elaboran los profesores siguen una lógica encaminada a hacer el proceso de aprendizaje más efectivo. En este caso particular, los estudiantes tenían que hacer la actividad de este modo diseñada y ante una pregunta expliqué que no necesitaban escuchar el audio para completar la primera parte. La tarea debería haber sido muy sencilla pero desafortunandamente Mildred no escuchó mis instrucciones, y prefirió seguir insistiendo en que primero tenía que escuchar el audio para poder hacer la actividad.

He comentado este asunto con el jefe del departamento de idiomas, y está de acuerdo en que Mildred debería haber seguido las instrucciones sin crear polémica. Por eso le estaría muy agradecida si Mildred cumpliera con el castigo programado para el próximo martes.

Para cualquier otra pregunta, por favor no dude en contactarme.

Reciba un cordial saludo 

Señorita Guinda"

No volví a tener noticias de la madre. Eso sí, Mildred vino el martes siguiente a cumplir su castigo. Pero lo mejor de todo fue saber días más tarde, por boca de un compañero de trabajo que la madre de Mildred ES PROFESORA.

domingo, 12 de junio de 2011

La diputada indignada

Estaba haciendo el borrador de una entrada cuando me ha llegado esto por email. Es de 2010, así que seguro que ya lo habéis visto y posiblemente escrito algún post al respecto. Si es así, por favor mandadme el enlace para ponerme al día.


Parece ser que consiguió evitar el nombramiento de un candidato corrupto al Tribunal de Cuentas del Estado brasileño. Se puede obtener más información  de aquí .

¡Refrescante!

sábado, 11 de junio de 2011

Hola, me llamo Guinda

(Entrada especialmente dirigida a todos los blogueros que leo desde hace tiempo y que me han permitido pasarme por su casa y participar en sus blogs).

Hola, me llamo Guinda y desde hace un tiempo comento con mayor o menor frecuencia en algunos blogs como anónimo. Ya hace tiempo que comencé un blog, pero lo tuve abandonado tanto tiempo que era como no tenerlo, por lo que nunca anteriormente usé esta identidad bloguera.

La idea de empezar un blog surgió allá por finales del 2008 o principios del 2009, período caótico y complicado de esos que de vez en cuando a todos la vida nos regala. La idea de contar mis aventuras y desventuras a través de una bitácora empezó a atraerme. Me gusta escribir y además en los momentos de desesperación descubrí una vena irónica, sarcástica con un puntico de mala leche que no creía poseer. En mi mente tenía el nombre del blog, mi sobrenombre y hasta el diseño. Pero no me centraba ni pa´trás, nunca encontraba el momento y al final todo mi desahogo se canalizó a través de emails y conversaciones con amigos y familia, unas veces con risas y otras con lágrimas. La idea seguía ahí, sin embargo, tengo notas, fotografías y hasta borradores para entradas.  Digamos que esta época fue una caída de mi confortable guindo bastante aparatosa, que me obligó a pensar y a replantearme muuuchas cosas. Si termino siendo constante, alomejor un día empiezo una sección llamada "las entradas que nunca escribí".

A finales del 2009, ya saliendo del bache, sentí un irresistible impulso de desahogarme una noche, y al no tener con quién, abrí el blog y escribí la primera entrada (si supiera cómo enlazarla para pinchar desde aquí, lo haría, si alguien quiere leerla, tendrá que ir al menú de la derecha, abajo del todo). (Nueva edición, Carmela me ha enseñado cómo hacer enlaces directos, así que pinchad ahí)  AQUÍ, AQUÍ   . Me convertí en Guinda. Pero acababa de comenzar una época de pluriempleo, así que de nuevo me vi sin tiempo o sin nada que decir.
 
Durante todo este tiempo me convertí en lectora de blogs, siguiendo algunos de forma asidua hasta el día de hoy. Es increíble lo que se puede aprender, hay gente por el ciberespacio con una cabeza muy bien amueblada. Poco a poco empecé a perder la timidez cibernética y a comentar aquí y allá esporádicamente. De algunos recibía contestación, de otros no. Me volvieron ganas de escribir en mi guindo y me propuse sacar tiempo e intentarlo de nuevo, pero sin prisa por mostrarme a la sociedad bloguera, que eso me daba mucho apuro, mucha vergüenza.

Sin embargo hace poco, en uno de estos blogs, la cosa fue más lejos: una de las blogueras que comentaba por allí me "habló", así, en vivo y en directo, a través de los comentarios. Y también el dueño del blog. Esa noche me dije que tenía que poner las pilas, "decorar" mi guindo, hacer una entrada presentándome y darme a conocer: era lo justo. Esto ha vuelto a repetirse, así que aunque mi guindo esté bastante pelado y yo no sepa aún si esto de escribir me va a durar mucho o no, allá voy.

De modo que, blogueros que me conocéis como Anónimo-Guinda, sentíos como en casa, libres para entrar, salir, y comentar (o no comentar, claro). Disculpas por haber entrado en vuestras casas con perfil anónimo, pero es que me daba mucha vergüencita mostrarme.

Para terminar, una canción, sin ningún significado particular en este momento, es la que está sonando ahora mismo en la radio. Es antigua, pero me sigue gustando igual.

 


viernes, 3 de junio de 2011

TeCuatro, territorio hostil

La TeCuatro es amplia, luminosa, colorida y moderna, casi futurista. Y seguro que ecológica. Parece acogedora. Tiene tiendas y más tiendas, cafeterías, restaurantes, papeleras a la vista, varias plantas, escaleras mecánicas y ascensores de cristal para subir y bajar, puertas automáticas, un trenecito que te trae y te lleva... Una terminal de ensueño, muy bonita de ver. Hasta que te ves dentro y tienes que dirigirte a tu puerta de embarque, o a la salida.

Yo ya me he acostumbrado a ella, es como una de esas poblaciones con una señalización pésima: sabes llegar a todas partes si eres de allí, pero un forastero puede estar dando vueltas y más vueltas con su coche sin ser capaz de encontrar la dirección que busca. De modo que ahora me manejo bien, pero las primeras veces me perdí, y puedo asegurar que en este caso no es que me bajara del guindo y me plantara allí, no, la verdad es que conozco un número respetable de aeropuertos. La TeCuatro no carece de señalización: tiene señales, muchas señales, demasiadas señales, flechas, símbolos, dibujos, letreros, muchos colores. Los trayectos a pie son taan largos que dudas de si vas en la dirección correcta, levantas la vista buscando una señal que lo confirme y no la encuentras. En su lugar ves otras muchas, por ejemplo el abecedario en colorines, son las puertas de embarque. ¿Qué hacer? ¿Continuar? ¿Volver sobre tus pasos para asegurarte de que no te has equivocado? Mejor ir con tiempo. O embarcar puede convertirse en una misión imposible.

¿Por qué escribo esto ahora? Pues porque el otro día, a punto de llegar al control de pasaportes tras una larga caminata desde el avión, había una chica llorando desconsoladamente. Un trabajador le preguntó qué le pasaba: nada, resulta que se había perdido tratando de llegar a su puerta de embarque, y por tanto había perdido su vuelo. Un vuelo transoceánico por el acento de la chiquilla. Joder, nada cambia, pensé. La primera vez que usé esta terminal, hace unos tres años, me costó mucho encontrar mi puerta de embarque: me perdí. A medio camino oí gritos: era un hombre desesperado porque su vuelo se iba sin él y otros dos. Por el acento, se trataba de otro vuelo de larga distancia. "¡Mi padre está muerto" -decía- "y no voy a poder ir a su entierro!". Resulta que no encontraron la puerta de embarque a tiempo. Para cuando llegaron, ya se habían cerrado las puertas del avión. No había otro vuelo hasta no sé cuántas horas más tarde. Su desesperación me llegó al alma, y también la respuesta del chico uniformado que le atendía: "Oiga, a mí no me grite". No sé cómo acabaría la historia. Yo tenía que llegar a mi puerta si no quería acabar gritando a alguien.

En este aspecto la TeCuatro parece diseñada más para lucir bonita que para ser usada por personas cuyo hábitat natural no es un aeropuerto. No sé si hay libro de reclamaciones o buzón de sugerencias, para escribir esto. Tendré que preguntar la próxima vez. Que se pasen los comentarios o reclamaciones por el arco del triunfo es posible, pero por lo menos una se desahoga.